Esta semana reclamador.es estrena nueva web, un rediseño por dentro y por fuera en el que he participado del lado de la usabilidad y experiencia de usuario.
El proyecto, que comenzó como lo que parecían unas pinceladas UX ha terminado dándole la vuelta a la página cual calcetín.
Para quien no lo sepa, reclamador.es es hoy una plataforma destinada a defender los derechos de los ciudadanos ante las aerolíneas. Retrasos, pérdidas de equipaje, overbooking o cancelaciones de vuelo son algunos de los casos que reclamador y su equipo de abogados llevará por ti. Lo mejor es que sólo cobran a éxito; es decir, sólo si ganan tu caso se llevan un porcentaje del 25% sobre la indemnización.
¿Qué le faltaba a reclamador.es?
La primera vez que hablé con Pablo, su fundador y CEO, me dio la impresión de que faltaba en su web ese lado humano que estaba en su idea original. La parte de inconformismo, el lado social y humano con el que ellos defienden su proyecto.
Finalmente, creo que el cambio de la web se asentó en 3 patas:
- Sencillez: mejora de sus formularios para hacerlos más sencillos al usuario. Un lenguaje más cerca de cómo alguien cuenta su incidencia en un vuelo a un amigo que al lenguaje de un abogado.
- Social: darle ese toque humano, dar visibilidad a sus redes, a la parte de derechos del viajero y a un tesoro que entonces estaba bastante escondido en su web, los muchos testimonios de sus clientes.
- Conversión: mejorar la conversión de usuarios que incluyen sus reclamaciones en la web facilitándole volver a su reclamación en cualquier momento, hacer un seguimiento de la misma, etc.
Creo que hemos conseguido bastante bien estos 3 objetivos, aunque aún es pronto para sacar conclusiones.
Lo que sí es seguro es que reclamador.es ahora es más fácil de recordar gracias a ese «Robin Hood» que Daniel Solana se ha currado (entre otras muchas cosas) en el nuevo diseño de reclamador.es.