Vuelvo a la carga con algunas recomendaciones para una mejor lectura y conversión de los emails.
Son cosas básicas y sencillas (aunque no siempre habituales) que no sólo sirven para grandes campañas o emails comerciales; un mejor entendimiento con tu cliente o informar de un cambio o novedad, puede ser más amable y llegará mejor si tienes en cuenta estos 10 consejos al escribir un email:
1. Identifica tu marca
Deja claro quién escribe, desde dónde te llega ese email. Desde el «from» o «alias» cuéntame ya quién eres.
Si en mi bandeja de entrada veo un email de «Booking», por ejemplo, lo identificaré antes que si lo que leo es «customer.service@booking.com». Añade el alias a tu email de envío.
2. No uses un «no-reply»
Déjame responder a tu email; denota mayor cuidado e interés por tu cliente y, desde 2012 además, es ilegal.
Clica en el enlace para ver más detalle sobre el Real Decreto-Ley 13/2012 sobre la prohibición de envío de emails desde cuentas no-reply.
3. Permíteme darme de baja
Si no quieres que tu email termine marcado como spam, deja que tu usuario se dé de baja. Siempre es mejor eso que el que tu marca vaya acumulando «mala reputación» como spam y termine afectando a tus campañas.
Si además das la posibilidad de que el usuario gestione la periodicidad de los emails, incluso tal vez salves esa baja.
Privalia, por ejemplo, me permite pasar de emails diarios a semanales, no pierdo sus ofertas pero reduzco su frecuencia de envío.
4. Ojo al tono, conoce a tu usuario
Debes conocer a tu usuario o lector, eso marcará el tono de tu email. Y no hablo simplemente de la edad, sexo o nivel cultural; sino de lo que espera de tu producto, cómo se relaciona con él.
Ni espero que Facebook me hable de usted con un lenguaje muy depurado, ni quiero que Infojobs me envíe chistes sobre la subida del paro.
Nadie mejor que tú sabe cómo es tu usuario y cómo se relaciona con el producto que le ofreces.
5. Escribir un artículo o un email, las reglas son las mismas
A los que venimos de periodismo hay dos cosas que nos dejaron grabadas a fuego a la hora de escribir un artículo:
a) Pirámide invertida: comienza tu artículo con la información más relevante y ve después bajando en importancia. De ese modo mantendrás la atención del lector o, si éste no lee más allá de las primeras líneas, al menos conseguirás que se haya quedado con los datos más relevantes.
b) Las 5W
Recuerda responder al lector/usuario a las 5W en tu email:
- Who? (¿Quién?)
- What? (¿Qué?)
- Where? (¿Dónde?)
- When? (¿Cuándo?)
- Why? (¿Por qué?)
El cómo, tal vez pueda encontrarlo en tu web o landing. Ahí está el gancho.
Por ejemplo, si me envías una oferta o descuento para comprar un perfume dime:
- Quién eres, quién me envía tal oferta.
- Qué me ofreces, cuál es el descuento u oferta.
- Dónde puedo encontrar la oferta, en qué página puedo hacerla efectiva.
- Cuándo puedo usar mi descuento, o si tiene una fecha límite o caducidad.
- Por qué me lo ofreces: por fidelidad, por ser una fecha especial… Quiero saber si tengo esto en exclusividad.
6. La llamada a la acción, bien visible
No te voy a volver a contar aquello de que «el usuario lee en diagonal«, pero es así. Aquello que resaltes en tu texto incrementará en mucho las posibilidades de que sea leído.
Por ello, dame una llamada a la acción clara, visible, grande y exacta.
No un «clique aquí» o un «ve a nuestra web, entra en… blablabla».
Un botón, un enlace, un texto bien legible que resuma qué es lo que esperas que haga tras ver tu email.
7. Para destacar un texto, no lo subrayes
A menudo los que tenemos un nivel de usuario más o menos avanzado nos olvidamos de los clásicos. Esos que nunca pasaron de moda porque son apuesta segura.
No uses el subrayado como recurso para resaltar textos. El lector puede confundirlo con un enlace y tratar de clicarlo. Puede ocurrir igualmente si usas el azul para destacar un texto que no es un enlace.
8. Recursos para destacar un texto
Las negritas son ya más que una convención y cualquier lector escaneará tu texto a través de ellas. Negritas, enlaces, textos destacados en un color diferente… son recursos más que válidos para hacer más visible los mensajes de tu campaña o email.
También puedes jugar con el tamaño de letra, titulares, etc.
No abuses de ellos, o al final nada tendrá importancia.
Y recuerda, las mayúsculas, sólo lo estrictamente necesario. En textos online, a menudo se pueden entender como que estés gritando a tu usuario.
9. Ojo a los enlaces
Muerte al «clique aquí», «pinche allá» o similares.
Perdamos el miedo a los enlaces con textos largos; el usuario quiere saber a dónde va, qué va a pasar si «pincha ahí», quiere que le cuentes y quiere que le convenzas.
- No uses: Para usar ahora tu cheque regalo visita nuestra web clicando aquí.
- Mejor: Visita nuestra web y usa tu cheque regalo ahora.
10. Firma tu email
Firma tu email, el pie de tu mensaje también es parte de la imagen que transmites.
A menudo no le damos importancia a esta parte, e, incluso, como lectora el 90% de las veces ni llego a leerlo. Pero si algún día busco la manera de contactar con esa empresa, sin duda lo buscaré en el pie de su email.
Datos de contacto, redes sociales, incluso dirección física de tu empresa, es información que puedes agregar al pie de tu mensaje.
Y tú, ¿qué consejos básicos añadirías?