«Es que vosotros sois un privilegiados», «vuestro curro sí que mola», «cómo os lo pasáis en vuestro departamento».

Sobre todo a los que curráis en producto, los que formáis parte de un equipo UX dentro de una organización más grande, os sonarán esas expresiones. Yo las oía ya hace casi 10 años y sigo escuchándolas hoy.

Al equipo UX siguen viéndonos a menudo como ese equipo divertido que hace cosas distintas, que no se pasa ante el ordenador toda la jornada y que parece tener más libertad que ninguno para hacer ciertas dinámicas. Y eso crea incluso a veces malos rollos, miradas furtivas envidiosas y una extraña frontera tecnológica dentro de la empresa que a veces es difícil de salvar. Y eso no nos favorece claro, ni como compañeros ni como profesionales.

¿Cómo evitarlo? Evangelizando en UX

  1. Gánate al equipo de desarrollo, haz frente común, sois un equipo. Intenta que las decisiones vengan desde «Tecnología», no ser un filtro entre IT y el resto de la empresa o incluso tu jefe o cliente. Es más fácil decirle al jefe «hacerlo de ese modo nos complicará la vida y la fecha de entrega por esto» que «es que  IT dice que eso no se puede hacer». Pierdes credibilidad, pierdes confianza y la oportunidad de avanzar más y mejor.

    Reaction GIF: what?, suspicious, Michael Stuhlbarg, A Serious Man

  2. Que hacer UX sea inevitable: no intentes meter con calzador un manual de buenas prácticas UX, haz que el llegar a ellas surja de manera natural. No  intentes colar un test de usuario, haz ver el momento en el que hacerlo es una solución. No obligues al equipo a adaptarte a tu metodología de trabajo, adáptate tú a la suya y aconseja mejoras, da pequeños pasos. Un día te darás cuenta de que ese manual se ha escrito solo.

  3. Cuéntales qué haces, no dejes que creen un misterio alrededor de tu trabajo. Acércales tus tareas, cuéntaselas, explícales qué haces pero, sobre todo para qué lo haces.

  4. Escúchales, escúchales y vuelve a escucharles. Una queja en el café puede ser una mejora, un nuevo desarrollo o una idea que escale hasta negocio. Deja que te cuenten lo que opinan, valorar sus aportaciones e incentiva que te hagan llegar sus sugerencias.Hay formas sencillas, en una ocasión se me ocurrió otorgar una insignia (lo que llamamos «teterux») por cada idea ux que viniese de otros equipos. Pasear por la sala continua y ver al equipo comercial, por ejemplo, con sus teterux impresas en el escritorio a modo de vitrina de premios fue la prueba de que estábamos al menos llegando un poquito hasta ellos.


    Tetera_imposible
    Teterux

     


  5. No busques fuera lo que puedes encontrar dentro. ¿Vas a hacer un test de usuario? Deja que tu primer usuario sea alguien interno, prueba con él y deja que participe en tu «ensayo general». ¿Vas a hacer un focus group? Tal vez puedas empezar por hacer uno interno, la gente del equipo seguro tiene algo que aportar.

  6. Interésate por lo que ellos hacen. Si no conoces su trabajo difícilmente podrás mejorarlo. Siéntate a su lado una tarde, escucha como atienden las llamadas, cómo se enfrentan a las dudas de los usuarios, coge alguna llamada tú, juega a ponerte en su piel.

  7. Que sepan que trabajas también para ellos. Recuerda que tu usuario no es sólo el que está al otro lado de la web, también hay un usuario interno que puede mejorar el producto y la productividad. Y ellos deben saberlo, no alimentes la idea de que trabajas para el usuario externo a pesar del equipo. Recuerda, por ejemplo, que a veces Perder también es un objetivo especialmente cuando lo que pierdes es frustración de quien se sienta a tu lado.

  8. Cualquier excusa es buena si la respuesta es UX. Encuentra excusas para acercar tu trabajo, para evangelizar. Hace unos años, por ejemplo, desde el equipo UX celebramos el día de la Usabilidad regalando chupachups a cambio de «ideas usables» por parte del equipo. Incluso valoramos la idea más currada y fue el ganador de una botella de vino 🙂


    collage

  9. Informa y forma. Cuéntales qué acabas de hacer, qué es eso que se ha subido a producción, para que sirve el test de usuarios que estás montando, cuáles son tus proyectos para el siguiente sprint. Si pasan por tu lado cuéntales qué es un prototipo y muéstarles el último que estás haciendo. Si les pides ayuda, que sepan para qué es, el fin último de lo que persigues. Y sobre todo no caigas nunca en el «no lo van a entender». No tengas miedo de explicar que es una landing, un prototipo, ser responsive… deja que hablen tu idioma y que ellos te enseñen el suyo. No crees barreras, rómpelas.

  10. No todo es digital, desde UX puedes ayudar no sólo a mejorar la web, la app o el gestor de contenidos. Seguro que puedes aportar metodologías y herramientas que sirvan al comercial a mejorar las ventas, al equipo de marketing a conocer a su usuario o a la persona de finanzas a agilizar su trabajo.

Y sobre todo, sobre todo, sobre todo, deja claro que Yo no soy tonto, pero tú tampoco.

Ni UX habla chino, ni necesitamos hacer jeroglíficos de nuestras tareas. Baja el lenguaje, explica a pie de calle, no cuentes que «hacer un rebranding pasa por usar metodología scrum con la finalidad de crear un producto responsive para satisfacer el user jorney» 😛

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